viernes, 6 de marzo de 2020

Comfortably Numb (por Francisco Acosta).


Comfortably Numb pertenece al álbum doble The Wall, de 1979, de Pink Floyd. Es el tema número seis del segundo disco y llegó a ser uno de los más emblemáticos de la

banda debido al segundo solo de guitarra como colofón de la canción y por los mensajes que encierra la letra a nivel metafórico. Tanto por su letra como por su música es la pieza que recapitula la totalidad del disco. La canción se completa instrumentalmente con dos magistrales solos de guitarra.



La banda británica nace en 1966. Cuatro amigos estudiantes de arquitectura, de bellas artes y de música se unen para experimentar sonidos nuevos aplicados al rock. La cultura psicodélica de los años 60’s es el origen de la vanguardia musical que evolucionará hasta el rock sinfónico o progresivo como sello identificativo de estos creativos amantes de la innovación. Syd Barret, Roger Waters, Richard Wright y Nick Mason se proponen triturar la música con experimentos electrónicos, nuevas técnicas y efectos sonoros acompañados de letras profundas, caracterizando el sello de rock sofisticado predominante en Pink Floyd.



Toda una filosofía se cierne sobre ellos creando una cautivadora atmósfera de embrujo. En 1967 se unirá al grupo David Gilmour, un nuevo miembro como cantante/guitarrista, y tan solo un año después Syd Barret abandonó la banda de

forma definitiva. Hasta entonces convivieron los cinco miembros, pero los desequilibrios mentales de Barret propiciaron su salida del grupo. Nace así el mítico y

clásico cuarteto formado por Waters, Gilmour, Wright y Mason; convirtiéndose en el grupo más revolucionario en la historia del rock.



Fue Roger Waters, como ideólogo del grupo, quien dio forma en su mayoría a The Wall; obra conceptual y con elementos autobiográficos donde un muro simboliza la barrera autoprotectora ante las agresiones externas que asolan al individuo. En el disco, ese muro se construye poco a poco con ladrillos que aíslan al individuo del estrépito exterior causado por la masa humana. La trama gira en torno al personaje de Pink, una estrella de rock traumatizada desde su infancia por la muerte de su padre y la desolación que lo acompañará toda la vida.



En la letra de la canción el personaje principal Pink (parte cantada por Gilmour en el estribillo) construye un muro psicológico como mecanismo de defensa ante los golpes

de la vida. Pink está en un estado de semiinconsciencia pero debe salir a dar un concierto. Llega un grupo médico para subsanar la cuestión y se le inyecta una sustancia que, digámoslo así, anestesia también sus emociones. 




La letra de Comfortably Numb establece una especie de diálogo entre el doctor (estrofas cantadas por Roger Waters) y Pink. Las alusiones de la letra al malestar físico del protagonista tienen una traducción altamente metafórica, convirtiendo esta canción en un tema susceptible de un complejo y agudo análisis antropológico. Comfortably Numb acabó convirtiéndose en el tema más representativo del disco. Razón por la que considerar esta canción como un todo de The Wall y pieza clave en la discografía de Pink Floyd.



En el vídeo se puede ver al cuarteto clásico de la banda: Roger Waters (vocalista y guitarra bajo), David Gilmour (vocalista y guitarra rítmica), Richard Wright (teclados) y

Nick Mason (batería), más un guitarrista acústico, una chica como voz de coro y varios cámaras de televisión moviéndose por el escenario y grabando detalles de la

actuación en un concierto en vivo con una gran afluencia de público. 



Tal despliegue de medios de comunicación estuvo motivado por el Live 8, festival benéfico organizado por Bob Geldof, reconocido activista político, actor y vocalista del grupo The Boontown Rats. El evento tuvo lugar el 2 de julio del 2005 en Hyde Park (Londres) con el fin de recaudar fondos para ayudar a la pobreza en el mundo; una llamada de atención al

Grupo del G8, donde los principales líderes se reunieron para discutir el futuro del planeta. 



Esa llamada de atención también es realzada con un mensaje muy significativo; en un texto proyectado en una gran pantalla digital detrás del escenario se lee la siguiente leyenda: NO MORE EXCUSES (NO MÁS EXCUSAS).

En el vídeo vemos cómo la melodía de la canción arranca en la voz grave de Roger Waters (uno de los dos vocalistas de este tema). 



Vemos primeros planos de él alternados con imágenes generales del escenario y monumentales vistas cenitales nocturnas de Hyde Park. Las estrofas cantadas por Waters dan paso al estribillo, ahora en la voz más aguda de Gilmour. La canción enfatiza el carácter y desemboca en el primer solo de guitarra tocado magistralmente por David Gilmour en su fender stratocaster negra (legendario instrumento). Este primer solo de guitarra es acompañado por imágenes de un muro con ladrillos de color blanco proyectadas al fondo y a los lados del escenario, que para los entendidos es el logo histórico del álbum The Wall.



Los primeros planos se suceden alternando el protagonismo de los dos cantantes, quedando relegados a un enfoque algo secundario Richard Wright y Nick Mason. Esta estampa resume la jerarquía establecida en el grupo desde sus inicios. Muestra también la disputa de Waters y Gilmour por el liderazgo hasta tensar la cuerda, rompiéndose inevitablemente veinticuatro años antes de este concierto.



Siguiendo con la visualización del vídeo, vemos que el texto proyectado a espaldas de los músicos ahora cambia a una elocuente serigrafía (la utilizada en The Wall) con la palabra Poverty (pobreza), la cual resume la razón de ser de este concierto para despertar el interés de los poderes políticos y poner solución a la lacra de la pobreza en el mundo. 



Llegamos al momento álgido de Comfortably Numb, y los primeros destellos del impresionante segundo solo de guitarra, el solo de la oscuridad para los fans del tema, despierta entre el público una electrizante reacción, llevándolos a vociferar en un estado de éxtasis. Los múltiples efectos que David Gilmour extrae de su fender stratocaster, imitando las inflexiones de la voz humana, convierten este tema en una poderosa percepción sonora.



Otra de las características importantes que define a esta canción es su arquitectura sonora, la cual está fuertemente anclada en varios elementos menos perceptibles que
la voz y la guitarra de los solistas. En primer lugar, cabe destacar la base rítmica de la siempre discreta y eficaz batería de Nick Mason. En segundo lugar, están los regios
sintetizadores Kurzweil, Farfisa, Hammond…, de Richard Wright. El teclista de Pink Floyd aplicó su genialidad a la banda utilizando los múltiples efectos de sus sintetizadores con una gran solidez musical; siendo el sello característico de la atmósfera creada, sobre todo en los discos más exitosos de Pink Floyd y que en esta canción se pone de manifiesto. Y en tercer lugar, lo que confiere a la banda su
atmósfera psicodélica pinkfloydiana es el original timbre vibrante del pequeño sintetizador Minimoog.

La letra del tema es silábica salvo en los momentos donde la parte cantada por Gilmour (estribillo) y la chica del coro simbolizan un grito, convirtiendo ese pasaje en
melismático con una caída en nota larga de mi a re (primer grito) y de re a si (segundo grito). La letra (traducida al español) de la canción dice así:



Estrofa (cantada por Waters)

¡Hola, hola, hola…!

¿Hay alguien ahí dentro?

Solamente asiente con la cabeza si puedes oírme.

¿Hay alguien en casa? Vamos, ahora,

Oí que te sientes mal.

Bueno, puedo aliviar tu dolor.
Ponerte en pie de nuevo.
Relájate.
Voy a necesitar algo de información primero.
Sólo los hechos principales,
¿Puedes mostrarme dónde te duele?

Estribillo (cantado por Gilmour)
No hay dolor, te estás alejando.
El humo de un barco lejano en el horizonte.
Estás viniendo solo a través de las olas.
Tus labios se mueven pero
No puedo oír lo que dices.
Cuando era pequeño, tuve fiebre.
Mis manos parecían dos globos.
Ahora, tengo esa sensación de nuevo.
No te lo puedo explicar, no lo entenderías.
No es así como yo soy.
Me he vuelto confortablemente insensible.
Me he vuelto confortablemente insensible.

Estrofa (cantada por Waters)
De acuerdo, de acuerdo, de acuerdo.
Apenas un pequeño pinchazo.
Ya no habrá más, ¡aaaaaaaaah!
Pero puede que te sientas un poco enfermo.
¿Puedes ponerte en pie?
Creo que está funcionando, bien.
Eso te ayudará a acabar el espectáculo.
Vamos, es hora de irse.

Estribillo (cantado por Gilmour)
No hay dolor, te estás alejando.
El humo de un barco lejano en el horizonte.
Estás viniendo solo a través de las olas.
Tus labios se mueven pero
No puedo oír lo que dices.
Cuando era niño,
Eché un vistazo fugaz
Por el rabillo del ojo.
Me giré para mirar, pero ya no estaba.
Ahora no puedo tocarlo con el dedo.
El niño ha crecido, el sueño ha desaparecido.
Y me he vuelto confortablemente insensible.

Hay una relación directa entre la música y la letra. Las estrofas cantadas por Waters tienen un carácter sereno y de salvación, todo muy bien llevado a la música en la
tonalidad de Si menor, de índole cautivadora y de amparo. Por el contrario, en el estribillo (cantado por Gilmour) la música se acentúa en la tonalidad relativa mayor de
Re, más jubilosa y triunfante. El personaje de Pink queda “confortablemente insensible” gracias a los primeros cuidados médicos (simbolizados en un muro de
ladrillos blancos respecto del contexto general del disco The Wall) y esa es su vía de escape ante las afrentas de la vida. Metafóricamente el mensaje de la letra nos cuenta cómo sentirnos bien detrás de nuestro propio escudo psicológico, construido, de manera simbólica en este caso, con un muro de ladrillos blancos.

La tonalidad elegida es Si menor, una tonalidad en el modo menor para dar intensidad y profundidad metafísica al carácter de la canción, con incursiones al modo mayor de
Re. La melodía alterna frases en voz grave y aguda. La voz grave (estrofas) está escrita en la tonalidad de Si menor, con una progresión decreciente de acordes I-VIIVI-
IV-I hacia la cadencia plagal (IV-I), que crea una atractiva y misteriosa tensión/resolución de desolación. Después de la estrofa inicial la voz aguda (estribillo) modula a la tonalidad relativa mayor (Re Mayor), con una original progresión de
acordes en semicadencia I-V, alternando con cadencia auténtica (V-I) en Do Mayor (si consideramos que el séptimo grado está rebajado bVII). 

Yendo más allá, también se podría observar una cadencia plagal IV-I en la tonalidad de Sol Mayor, ya que, por momentos, los acordes de Do y Sol juegan papeles ambiguos. Todo este baile de acordes mayores no hace otra cosa que enviar comunicados de esperanza a la canción, aunque finalmente se tornará más sombría y solemne en el
segundo solo de guitarra. La interpretación adapta perfectamente la prosodia al mensaje oscuro de la letra. 

Estrofa y estribillo son el yin y el yang de la canción. Ambos conceptos están inteligentemente estructurados en función del significado de la letra. Está escrita en un compás de cuatro por cuatro (compás simple cuaternario, de subdivisión binaria), el cual confiere mayor peso a los cimientos armónicos y al discurso melódico. También hay una cuidada diferenciación en los principios de frase: tético en las estrofas y acéfalos en la parte del estribillo.

En cuanto a los dos solos de guitarra, el primero está compuesto en modo mayor de Re (conocido como el solo de la luz), con una progresión de acordes de I-V-I-V y
después V-I-V-I en Do Mayor, siendo un efímero anuncio de lo que está por venir en el deslumbrante segundo solo, el cual es considerado el buque insignia de este tema. El
segundo solo de guitarra (solo de la oscuridad) es el más impactante y recoge la secuencia inicial de la estrofa (Si menor), otorgando a los sonidos un poder
sobrecogedor. En este apoteósico solo, David Gilmour extrae sonoridades con unos efectos tan rockeros como hipnóticos. La secuencia armónica cerrada en Si menor,
con una progresión de acordes I-VII-VI-IV-I, en la que discurre dicho solo, hace que el guitarrista luzca toda su paleta cromática de timbres y virtuosismo técnico,
perpetuando este pasaje sin solución de continuidad y dulcificando, a partir de una cadencia plagal (IV-I), el clímax de Comfortably Numb

El resultado es una efectista puesta en escena, que pone de relieve la profesionalidad de uno de los guitarristas más grandes que ha dado la historia del rock. David Gilmour ostenta, desde el año 2006, el octavo lugar en la listas de los “100 mejores guitarristas del mundo”, realizada por la prestigiosa revista británica Total Guitar en base a las votaciones de sus lectores y a los expertos del ramo.

En Comfortably Numb Gilmour toca el punteo sobre la escala pentatónica o escala de blues de Si menor, añadiendo constantemente técnicas de vibrato y bending que aportan una maravillosa expresividad a la música, tirando de las cuerdas hacia arriba y hacia abajo hasta llegar a imitar el desgarro de la voz humana debido a las notas por grados conjuntos sobre las que viaja el sonido al utilizar esta técnica. La guitarra nos “habla” y es como si expusiera con sonidos el calado abisal de la letra de la canción.

Desde un punto de vista metafórico la letra de la canción puede tener esta lectura:

Estribillo
No hay dolor, te estás alejando. (Efecto producido por la inyección de un relajante).
El humo de un barco lejano en el horizonte.
Estás viniendo solo a través de las olas.
Tus labios se mueven pero
No puedo oír lo que dices. (Los primeros cuidados médicos hacen su efecto).
Cuando era pequeño, tuve fiebre.
Mis manos parecían dos globos. (Recuerdos de infancia cuando tenía fiebre).
Ahora, tengo esa sensación de nuevo.
No te lo puedo explicar, no lo entenderías.
No es así como yo soy. (Él no es así, es un artificio a partir de la autoprotección).
Me he vuelto confortablemente insensible.
Me he vuelto confortablemente insensible. (Está a salvo de las agresiones de la vida).

Siguiendo con el segundo solo de guitarra, el intérprete puede eternizarlo a su antojo
(cosa que hizo en todos los conciertos en vivo) dada la cerrada secuencia armónica, y
es en las notas agudas y más rápidas, después de llegar con una magistral
organización de sonidos en el registro grave y medio con notas largas, donde irrumpe
el anhelo de seguir ahí y hacer trizas la exaltación del oyente. Gilmour sabe dónde
cargar las tintas para zaherir de placer al público y lo consigue; basta con rebobinar la
canción mil y una veces para comprobar hasta dónde puede conmocionar.

El vídeo concluye con una imagen para la posteridad: el abrazo de los cuatro miembros de Pink Floyd agradeciendo al público su entrega. Un dato significativo es cuando Roger Waters invita a David Gilmour (antes del abrazo colectivo final) con un gesto imperativo pero amistoso, a que se una a él en tan fraternal abrazo de amigos; sin duda una bella imagen y un hito para la historia de la música.

La impetuosa fuerza de Comfortably Numb fue siempre elegida como pieza final en los conciertos en vivo, ya que la naturaleza efectista de esta canción es la conclusión
perfecta para culminar el trance en que los Pink Floyd sumergían al público con sus composiciones de fantasía. Existen muchos elementos en esta monumental obra para
contraer las tripas del oyente hasta la extenuación, pero definitivamente el solo final de guitarra es la explosión que condensa, a modo de coda apoteósica, todo el contenido
expresivo de este tema en un paroxismo sin límites. Es una especie de burbuja efervescente que crece, crece, crece… y crece hasta estallar, manando de su interior una emocional lava incandescente vertida sobre el público. A estas alturas de la canción todo se ha vuelto del color de la pasión y la felicidad. ¡Es el sublime poder de la música!

Confortably Numb es una de las veintiséis canciones que conforman el álbum The Wall, lanzado al mercado por Pink Floyd en 1979. En 1979 Pink Floyd lanzó al mercado uno de los álbumes más icónicos de la banda; una ópera rock en doble disco titulada The Wall. Tras los éxitos de The dark side of the Moon (1973) y Wish you were here (1975), pasando por Animals (1977), nos encontramos ante uno de los logros musicales más influyentes en la historia del rock.

El impacto de The Wall, no sólo musical, sino sociológico, llevó al director de cine Alan Parker a dirigir una película basada en este álbum en 1982. La película (al igual que el
disco) es muy metafórica y tiene un marcado simbolismo en la letra y en la música. Existe un evidente acento surrealista complementado con escenas de secuencias de
animación.




La obsesión de Roger Waters por la muerte de su padre, abatido en la Segunda Guerra Mundial, minó la relación con sus compañeros y dinamitó la unión del grupo. Hizo de El Muro un disco demasiado personal y sus compañeros acabaron hastiados. Prueba de ello es la ruptura a partir de The Final Cut (último álbum de la formación clásica y de impecable factura), un trabajo que utiliza temas desechados de The Wall para no hacer de éste un disco de dimensiones bíblicas.



Veinticuatro años después del último encuentro de la legendaria formación, la fraternidad los volvió a reunir en pro de una buena causa en el concierto benéfico Live

8. Waters y Gilmour limaron asperezas y unieron a la banda para ofrecer al mundo y a la historia el último tema que tocarían juntos, ni más ni menos que Comfortably Numb,

una canción épica que lleva a una perturbadora dimensión musical frenética y sensitiva. Ni la más magnética alineación planetaria hubiera perpetrado tan magno acontecimiento social. Fue una fastuosa encrucijada que quedará para los anales de la historia.



martes, 21 de mayo de 2019

Bético y sevillista

Mi padre fue bético y sevillista. Mañana se inaugura la Feria del Libro de Sevilla y me acuerdo cuando el año pasado paseando entre libros me paré en una caseta a observar una biografía de Luis Del Sol. Cogí el libro entre mis manos y tuve un incontrolable impulso por comprarlo inmediatamente para regalárselo a mi padre. La felicidad del instante se tornó en una melancolía que me apretó la garganta en un leve y entrecortado ahogo; él es intangible desde hace trece años.

Siendo muy aficionado al fútbol tuvo la disparatada ocurrencia de tener el carnet del Betis y del Sevilla, así se aseguraba un partido semanal en la ciudad. También fue socio de ambas peñas, yendo a una y otra indistintamente cada día. Pienso mucho en este inocente detalle de su vida porque creo que es la definición perfecta de una buena persona.

Aunque era más verderón que palangana nunca en la vida le vi discutir por las hazañas que a todo aficionado ciega. "Simplemente me gusta el fútbol; es un arte supremo" -decía siempre-. Quizá lo veía con la nostalgia del niño que nunca pudo correr por culpa de la poliomelitis que hizo de él una persona que cojeaba con la elegancia de Lord Byron. ¡Era mi héroe!

El otro día, paseando por la Feria del Libro de Sevilla y, teniendo la biografía de Luis Del Sol entre las manos, me inundó el recuerdo de aquellos tiempos felices a su lado. Siendo muy jovencito, conoció personalmente a Luis Del Sol, aquel jugador internacional del Real Betis Balompié que recalara en las filas del Real Madrid, la Juventus, la Roma y, finalmente, otra vez el Betis. Mi padre adoraba a Luis Del Sol y a mí me embelesada escuchar cómo hablaba de él. Cada día, desde hace trece años, tengo un bonito recuerdo para mi padre.

Pd: Mi padre conoció personalmente a Luis Del Sol siendo éste adolescente (mi padre era mayor que él 7 años), y vivió en primera persona los éxitos del futbolista.

domingo, 14 de octubre de 2018

CLASE DE ARMONÍA

Clase de Armonía Moderna o Cifrado Americano.
Por Francisco Acosta.

La Armonía Moderna o Cifrado Americano se sustenta en una codificación de la música agrupando notas bajo el cuerpo de una letra para formar acordes. Estas letras (sílabas en el sistema latino) estructuran el sistema de escala diatónica (serie tonal occidental): Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si. Quedando de esta manera en su nomenclatura internacional: C, D, E, F, G, A, B.

Este lenguaje musical es muy rico en imaginación para el intérprete y ofrece multitud de posibilidades en tiempo real. Veamos un ejemplo en acorde de Do semidisminuido (Cø): do-mib-solb-sib.

En el primer cifrado observamos que la letra C (nomenclatura internacional del acorde de Do) lleva un pequeño círculo dividido por una barra oblicua.

En el segundo cifrado el símbolo del acorde es reforzado con el 7; número asignado al intervalo de séptima menor.

El tercer cifrado especifica de manera muy detallada la construcción del acorde. Aclarándonos que a partir de la raíz del acorde menor (Cm) es la quinta de la triada la que conforma el acorde disminuido (el 5 bemol enfatiza sobre el carácter disminuido de la triada), pero al llevar un 7 (intervalo de séptima menor) está convirtiendo la estructura en cuatriada semidisminuida.

El cuarto cifrado dibuja directamente un acorde de Mi bemol menor con la nota Do (nota no real) en el bajo. Quedando un doble acorde híbrido: acorde de Do semidisminuido y acorde de Mi bemol menor tensionado con intervalo de sexta mayor.

www.franciscoacostapianist.com

sábado, 29 de septiembre de 2018

EL SILENCIO

Imagina una gota de sangre suspendida dentro de ti, balanceada en un fino hilo violáceo con sabor a metal; es la onda sonora de tu latido. Poco a poco, muy lentamente, aumenta de tamaño y ensancha tus arterias. Lo único que escuchas es el bombeo de tu corazón insuflando oxígeno a la vida desapercibida de la que nunca te percatas y esa gota te da. Por encima de todo soy silencio y música callada.

miércoles, 6 de junio de 2018

¡HOY ES JUEVES!

Todos los jueves, en casa de Johann von Birkenstock (miembro de la Academia Prusiana de Ciencias), sus salones se llenaban, como punto de encuentro obligado, de la mejor sociedad de Viena, a la que se añadían políticos, diplomáticos, intelectuales y artistas, reunidos en largas veladas donde se hacía música y se discutía con fervor sobre arte, literatura y política. Uno de los ilustres invitados era Beethoven, cuya fuerte atracción hacia Antonia (hija de Johann von Birkenstock y lectora empedernida), llenaban de pasión aún más esos encuentros nada fortuitos. Me gusta pensar que, al igual que a mí, Antonia se estremecía leyendo el "Hyperion" de Hölderlin y amando a Beethoven.